Historia de un pasado
Una anciana, una mujer de cara benévola y misteriosa, pero a
la vez rigurosa. Sus ojos transmitían sabiduría y sensatez.
Todos permanecieron en silencio, ansiosos ante sus palabras.
Debía de ser una mujer realmente fascinante para causar semejante silencio.
Iba vestida con túnicas azul turquesa y una flor azul marino
recogía su larga trenza encanecida.
-Escuchad bien, mis amigos, pues una historia he de contar.
No es dulce, ni bella; es oscura, y negra como el pesar, puesto que la historia
que oiréis es la de nuestra querida Crystalraise.
El silencio era absoluto. Ya no había aplausos, ni vítores,
ni risas. Sólo silencio.
La mujer empezó a moverse teatralmente.
-Todo
comienza bien, como en cualquier historia.
Todos
vivían felices, en armonía y concordia.
Pero
hubo una, una mujer, que nació entre las cenizas.
Su
nombre, nadie lo sabía,
puesto
que justo nacer huérfana quedaría.
Nadie
la amaba, nadie la quería;
Siempre
sola estaba, y de ella se reían.
Un
día, la niña se cansó, se subió
Donde
todos pudieran oírla, y
Proclamó
que algún día se vengaría.
Nadie
la tomó en serio, nadie la escuchó,
Pero
la niña, con cabeza bien alta,
hizo
las maletas y se marchó.
Sin
la niña atroz, estaban mucho mejor;
Pero
la felicidad nunca dura eternamente,
Y
un día la oscuridad de todo se apoderó.
La
niña, que entonces era mujer,
Reina
de la magia negra y oscura,
Con
su ejército de Negros vino,
A
cumplir la promesa prometida.
Lloros,
llantos, pérdida, Crystalraise se apagaba,
Al
borde de la muerte estaba.
Pero
no os alarméis,
Sí
hubo una salvación.
Todos
fueron fuertes y potentes,
Todos
lucharon con valor,
Pero
hubo alguien que fue el más valiente.
Nuestra
Analysse Greyone no pudo soportar
ver
como nuestra Crystalraise se hundía,
así
que a los Negros les plantó cara,
poniendo
final a sus días.
Un
nuevo Sol iluminó Crystalraise.
La
gente de sus casas salió,
Los
niños al colegio volvieron.
Pero
llegó un infortunado día,
En
que Analysse enfermó,
Y
el Sol con ella se apaga,
dejándonos
al descubierto,
al
borde del horror.
No
cantéis, no celebréis,
Pues
los días oscuros aún
No
han terminado.
De
eso algunos se percataron,
Y
al bosque se marcharon,
Con
la esperanza de hallar
Una
solución.
A
los sabios visitaron
Y
con las manos vacías
No
regresaron.
Los
sabios les transmitieron una profecía,
La
adivinanza que nos devolvería el color.
Aún
no sabemos qué significa:
“Cuando
de ella no tenga miedo,
Pero
sí obtenga dolor,
Tiempos
oscuros cesarán
Con
su audacia y su valor.”
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