Espectáculos
Will miró su reloj.
-Las seis y media.
¡Qué descanso!
Me miró con curiosidad.
-¿Tienes prisa?
-Max me dijo que tenía que asistir a una reunión con el
Consejo a las ocho –respondí indiferente.
-Mmm los del Consejo… entonces, nos queda algo de tiempo
aún, ¿quieres que vayamos al pueblo?
-De acuerdo, pero quiero pasar por el Hospital primero, para
cambiarme –mentí. En realidad, añoraba a mi compañera de los ojos amarillentos.
Butterfly era la única que sabía cómo se sentía alguien ante ellos.
-Vámonos entonces – se levantó grácilmente y me ofreció la
mano, la mano que me había salvado…
Cuando llegamos al hospital, busqué a Lysa. Estaba en la
Clínica, me entregó a una Butterfly
encantada de verme y me dijo que se la dejara cuando quisiera.
Al verme, Butterfly se lanzó como una centella hacia mi
abrazo.
Subí a mi habitación para cambiarme de ropa. Me quité la
camiseta de Will y, esta vez sí, me puse
pantalones, además de un jersey morado.
Bajé (esta vez por el ascensor) y me encontré con Jace en la
cuarta planta.
Me sonrió, como hacía siempre.
-¿Has nadado? –supongo que se fijó en mi pelo mojado.
-Como nunca –señalé, sarcásticamente. ¿Debía decirle lo de
los ojos amarillentos? Pensaría que estaba loca. Cambié de tema- ¿sabes? Un
amigo me está esperando abajo, puedo presentártelo.
- De acuerdo –dijo sonriente.
Pero no era sólo Will quién me estaba esperando. Le devolví
la camiseta con un “gracias” afable y fui a saludar a los demás. Emily se
acercó a abrazarme.
-Vinimos a buscarte, hay un espectáculo muy bonito –sus ojos
siempre reflejaban alegría, a pesar de su triste pasado. Me complacía que
siempre estuviera tan emocionada, y me reconfortó que hubieran pensado en mí.
“Les caigo bien” –pensé, aliviada.
Kail me sonrió con su complicidad característica que ya
empezaba a reconocer.
-¡Vaya, otro de los tuyos!
Miré a Jace. Él se lo estaba pasando estupendamente, pero
parecía desconcertado.
Emily le miró.
-¿Quién traes contigo?
-Es mi entrenador, Jace. Jace, estos son Will, Claire,
Emily, Kail… e Ivy –añadí, incómoda.
Emily fue la primera que se le acercó, con su sonrisa de
siempre, y se saludaron con un apretón de manos.
-Bienvenido Jace–saludó – y bien, ¿qué te parece todo esto?
-Extraño y bello –contestó él, afablemente.
Noté complicidad en sus miradas.
-¿Qué espectáculo es ese? –pregunté.
-Un grupo de magos nos sorprenden de tanto en tanto con sus
actuaciones –explicó Claire – son realmente asombrosos.
-Y unos farsantes –agregó Ivy.
-No es verdad- replicó Claire.
-¿Os venís? –Emily estaba impaciente.
-Yo no puedo –se disculpó Jace –todavía no me han dado el
alta…
-Vaya, qué lástima…
Tanto Emily como Jace parecían disgustados. “Vaya, aquí hay
química” –me reí.
-Pero bueno, estoy encantado de conoceros –concluyó.
-¿Jess? –a Will no podía negárselo. Además, también sentía
cierta curiosidad por ver a esos magos. Cualquier cosa en Crystalraise me
despertaba curiosidad.
-Yo claro que vengo –canté jovial.
La calle Mayor estaba abarrotada de gente exaltada. Deduje
que ese tipo de eventos eran muy poco frecuentes, “razón de más para verlos”.
Tuve que cogerles la mano a Emily y a Will para no
perderlos.
Se oía una música exótica preciosa y se podían percibir
algunos hilos de humo violeta que aparecían de la lejanía por encima de la
multitud.
Sólo por el ambiente ya se predecía que sería un espectáculo
realmente emocionante.
Un muchacho alto y corpulento me distrajo. Se acercaba a
nosotros. Su expresión me resultó vagamente familiar.
-Eh, enanos –exclamó enérgico –seguidme, si es que queréis
ver algo.
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